miércoles, 1 de septiembre de 2010

Un vasco con mucho "arte"


Igor Antón Hernández nació en Galdácano (Vizcaya), pero viéndole sobre la bicicleta cualquiera diría que el muchacho es andaluz. Parece que en el sur se mueve como pez en el agua. Allí se dio a conocer como ciclista para la gran mayoría. Fue en el año 2006, en las alturas. Observatorio Astronómico de Calar Alto, en la provincia de Almería. En aquella cima, Igor se presentó en sociedad como un corredor con un gran porvenir.


Ayer volvió a vencer en suelo andaluz. Esta vez en un lugar inédito, Valdepeñas de Jaén. La Vuelta probó un nuevo final de etapa y parece que ha gustado. Una población con calles empinadas, auténticas paredes claustrofóbicas que llegan al 25%. Perdonen mi osadía, pero por un momento pensé que estábamos en el “Muro de Huy”, en plena “Flecha Valona”, una de las clásicas de las Ardenas.


A la entrada de Valdepeñas de Jaén, se presentó en solitario el colombiano Rigoberto Urán, sin saber lo que aquel lugar albergaba en sus entrañas. Por detrás rodaba un grupo en torno a las 25 unidades, entre los que se encontraban ilustres como Menchov, Nibali, Frank Schleck, Joaquím Rodríguez e Igor Antón. Los grandes ausentes eran el “triatleta” Carlos Sastre y el “dimitido” Andy Schleck, ambos cortados en el puerto de segunda que antecedía a la llegada.


El valiente Urán no tardó en encontrarse con las duras rampas de la población jienense. Sólo un kilómetro, pero terrorífico. “Purito” fue el primero en saltar a la caza de la liebre. A rueda de Joaquím, Vincenzo Nibali, Peter Velits y el líder, Philippe Gilbert. En el mismo instante que era abortado el intento de Urán, apareció Igor Antón, el cual les rebasó como un auténtico meteoro.


Los cuatro aspirantes intentaron reaccionar, pero ya era tarde. Sus piernas se habían vaciado en las rampas más duras y el líder del Euskaltel cogía unos metros preciosos, suficientes para volver a levantar los brazos cuatro años después. Gilbert mantiene el maillot rojo por escasos 10 segundos. Antón y “Purito” parecen nuestras bazas más fiables. El “enemigo extranjero”, un elemento indispensable para la Vuelta a España, ya tiene nombre, Vincenzo Nibali.



P.D: Ayer nos dejaba el gran Laurent Fignon, víctima de un cáncer. D.E.P. En las próximas horas publicaré su merecido homenaje.

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