lunes, 6 de septiembre de 2010

Japón y Misano malditos


Lo que debería haber sido un fin de semana de celebración gracias a otro triplete de los nuestros, se ha convertido en un Gran Premio para olvidar marcado por la muerte de Shoya Tomizawa. El piloto japonés de Moto2, sufrió una caída a la salida de una curva en la vuelta 11 y fue atropellado por Alex de Angelis y Scott Redding, que no lograron esquivarle. Los médicos no pudieron hacer nada por salvar la vida del joven piloto (19 años), que falleció por la gravedad de las heridas.


Tomizawa se une así a la triste lista de pilotos fallecidos. La fatalidad ha vuelto a cebarse con el Mundial de Motociclismo y más concretamente con el país del sol naciente. El último fallecido (hace ya siete años), fue su compatriota Daijiro Kato, tras una espeluznante caída en el Gran Premio de Japón, disputado en el Circuito de Suzuka. Desde entonces, el Mundial no ha vuelto a pisar este trazado.


Otro desgraciado accidente segó la vida de otro piloto japonés, Norifumi Abe, en 2007. Aunque esta vez fuera de los circuitos. “Norick” se empotró contra un camión, cuando circulaba con su motocicleta por las inmediaciones de la ciudad de Kawasaki. El conductor del camión se encontraba realizando una maniobra ilegal en el momento del choque.


También era japonés, pero menos conocido que los anteriores, Noboyuki Wakai. El piloto nipón falleció por culpa de una absurda caída, al chocar con un espectador que cruzaba por la pista en los entrenamientos del Gran Premio de España de 1993, en el Circuito de Jerez.


Ese mismo año y en el mismo escenario de este fin de semana, el Circuito de Misano, se truncó la carrera del estadounidense Wayne Rainey. El tricampeón del Mundo quedó paralítico tras sufrir un tremendo golpe en el trazado sanmarinense. Idéntica suerte corrió de nuevo otro japonés, Takuma Aoki, postrado para siempre en una silla de ruedas a raíz de un accidente durante unos entrenos en el Circuito de Tochigi (Japón).


Esta claro que el Motociclismo tiene sus riesgos. Altísimos. Pero la muerte siempre es algo que resulta sobrecogedor. Ayer los pilotos del Mundial guardaban un minuto de silencio por el fallecimiento de un joven piloto en el trofeo Moriwaki. Un canadiense de sólo 13 años, Peter Lenz. Horas más tarde el asfalto se cobraba otra vida. La del primer ganador de la historia de la categoría de Moto2.

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