El posible fichaje de “Cesc” Fábregas por el Fútbol Club Barcelona, se ha convertido en el clásico “culebrón” de cada verano. Poco antes de iniciarse el pasado Mundial, todo parecía indicar que la llegada del centrocampista a Barcelona, era inminente. Sin embargo, a día de hoy la situación está estancada. El Barça quiere a “Cesc”, pero el Arsenal no está dispuesto a desprenderse de su capitán. Además, la actual situación económica del club presidido por Sandro Rosell, no ha hecho más que empeorar las cosas.
En Barcelona se ha organizado una verdadera campaña mediática, para traer a Fábregas de vuelta a la que fuera su casa. Desde que comenzó a despuntar en el Arsenal, son muchos los que desean volver a verle vestido de azulgrana. Algunos, incluso, parecen hablar del Barça como el legítimo “dueño” del jugador, considerando su estancia en Londres como algo pasajero y de “prestado”. Puede decirse que, en ocasiones, se intenta demonizar al Arsenal, sobretodo en la figura de su entrenador, Arsène Wenger.
La postura de los “gunners” siempre ha sido firme y no negocian por el jugador. El Arsenal apostó fuerte por Fábregas cuando apenas contaba con 16 años. El trabajo dio sus frutos y “Cesc” se convirtió en el jugador más importante del equipo y en un verdadero líder sobre el terreno de juego. Ahora que el Barça quiere recuperarle, el conjunto inglés tiene todo el derecho del mundo a no vender al futbolista, salvo que los culés hagan una oferta generosa.
Como siempre ocurre en estos casos, el más perjudicado es el jugador. Fábregas ha manifestado en alguna ocasión que le gustaría volver al Barcelona, pero en el Arsenal es el capitán y se siente imprescindible. Se debate entre el club que le vio crecer como futbolista, y el equipo que le convirtió en uno de los mejores futbolistas del planeta. Algunos dicen que el de Arenys de Mar está como loco por venir, pero lo único cierto es que tiene contrato con el club londinense hasta 2015, por lo tanto, no pensaría marcharse a corto plazo.
El tiempo corre en contra del Barça, que no está dispuesto a tirar la casa por la ventana (la temporada pasada cerraron con 11 millones de pérdidas). El Arsenal se cierra en banda y asegura que no escuchará ninguna oferta. La pelota está en el tejado de “Cesc”, una declaración de intenciones o forzar la situación despejaría todo el panorama. Pero eso es muy poco probable que suceda. El “culebrón Fábregas” continúa y ya está adquiriendo un tono claramente emocional.
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