A pesar de la incertidumbre que rodea el equipo, que aún no parece haber encontrado su fisonomía, Italia debería liderar su grupo y si superara los octavos contra Dinamarca o Camerún, llegaría al choque mortal contra España en cuartos de final, donde más que el juego podría valer la experiencia en una gran competición.
Quinta participación consecutiva a un mundial y octava de la historia para Paraguay que esta vez busca superar el obstáculo de los octavos de final por primera vez en un mundial. Gerardo Martino ha sido capaz de añadir buen juego y táctica defensiva a un equipo tradicionalmente luchador que hace de la combatividad y de la organización sus armas letales.
Su camino hacia el mundial ha sido digno de los mejores con 33 puntos realizados, uno menos que Brasil y la segunda mejor defensa del torneo justo detrás de los verdeoro. La novedad para la Albirroja ha sido la convocatoria del delantero argentino Luca Barrios, protagonista de una temporada de gran nivel con el Borussia Dortmund, donde marcó 19 goles, que obtuvo el pasaporte justo antes de la convocatoria.
Barrios intentará mejorar la delantera de su equipo que ha marcado solo 24 goles en la fase de clasificación y que ha perdido un jugador símbolo como Salvador Cabañas que en enero fue disparado en la cabeza. Paraguay, que debería pasar como segundo del grupo, no se conforma con este resultado ya que según las declaraciones de sus jugadores tiene toda la intención de luchar contra Italia para conseguir la primera plaza.
Su técnico, Gerardo Martino, una institución del fútbol en Paraguay, intentará sorprender a los rivales presionándolos desde el principio y construyendo un juego fluido y rápido. A pesar de las ambiciones de Paraguay, la Albirroja se jugará la permanencia en el mundial contra Eslovaquia y probablemente su aventura terminará en octavos contra Holanda.
Paraguay se presenta con un clásico 4-4-2 que Martino ha mantenido durante toda la fase de clasificación. En la portería jugará el meta del Valladolid, Justo Villar, uno de los veteranos del equipo. En la defensa Verón tras jugar algunos partidos como central parece destinado al lateral derecho, mientras Torres cubrirá el izquierdo. En el centro de la zaga una pareja consolidada formada por Julio Cáceres y Paulo da Silva.
En el centro del campo preocupa la lesión de Edgar Barreto, medio centro del Atalanta que en la selección se sacrifica jugando en la banda derecha. Si no llegara a tiempo podría sustituirlo Santana. En la otra banda Riveros, con Vera y Víctor Cáceres a organizar y repartir el juego en el medio.
En la delantera otro lesionado excelente, la estrella del equipo Roque Santa Cruz que este año ha marcado solo 3 goles en sus pocos partidos con el Manchester City de Roberto Mancini. Si no recuperara, la escena sería toda para los delanteros del Borussia Dortmund, Nelson Haedo Valdez y sobretodo Lucas Barrios, que disputando un buen mundial podría convertirse en el objeto de los deseos para los mejores clubes europeos.
ESLOVAQUIA: Sorpresa, fantasía y azar
Eslovaquia podría dar la sorpresa de este grupo que llega al mundial por primera vez en su historia. Tras la separación de Checoslovaquia en los años ’90 este país vivió bajo la sombra de República Checa, por lo menos futbolísticamente, a pesar de que la mayor tradición siempre fue de la zona eslovaca como demuestran los protagonistas del histórico europeo ganado en 1976.
El equipo se compone de jugadores jóvenes y semidesconocidos. Pero esto no debe engañar sobre la calidad de mucho de ellos, que además militan en equipos importantes en toda Europa. La clasificación ha sido inesperada y por eso aún más increíble. Eslovaquia lideró un grupo donde equipos más acostumbrados a estos eventos como Polonia, República Checa e Irlanda del Norte, quedaron eliminados. El único obstáculo fue la otra revelación, Eslovenia que fue capaz de derrotar a su rival en ambos partidos.
El entrenador, Vladimir Weiss, un icono para su país, con sus con sus 46 años es uno de los más jóvenes de este Mundial. Jugó en la selección de Checoslovaquia y luego se sentó en el banquillo del Artmedia Bratislava ganando dos ligas y dos copas. Ahora su objetivo, para nada imposible, es llevar la selección a octavos, ganando la lucha contra Paraguay.
Sin duda la estrella de Eslovaquia es el centrocampista Marek Hamsik, crecido futbolísticamente en Italia, en el Brescia precisamente, antes de explotar y demostrar todas sus calidades en el Nápoles. Con tan solo 23 años es el líder indiscutible del equipo de Weiss, que lo utiliza en todas las posiciones del medio del campo. Hamsik es rápido y se incorpora muy bien en todas las jugadas ofensivas pero en la selección suele jugar más atrasado o en la banda, una posición que limita mucho sus capacidades de llegada y organizador.
Eslovaquia como Paraguay se presenta con un clásico 4-4-2 donde Weiss suele variar mucho las posiciones de los hombres claves, sobretodo en el centro del campo. En la portería jugará uno de los veteranos del equipo, Mucha, que antes del mundial firmó con el Everton para la próxima temporada. En la defensa preocupan las condiciones de la estrella del Liverpool, el central Martin Skrtel, que se ha lesionado en el último amistoso contra Costa Rica, pero que a pesar de todo debería recuperarse por el debut contra Nueva Zelanda. A su lado jugará Durica con Zabavnik en la banda izquierda y Pekarik en la derecha.
El centro del campo dependerá sobretodo de la posición de Hamsik, que el técnico prefiere como lateral izquierdo con Weiss junior, en la derecha. De esta forma Kapunek y Strba jugarían en el medio. Con Hamsik en el centro, fuera Kapunec y dentro Stoch en banda que jugó una gran temporada con su Twente. Jugador muy habilidoso, que siempre busca el regate, facilitado por su pequeña estatura. Su rapidez le permite ayudar mucho en la fase de defensa, donde se aplica y sacrifica.
En la delantera pocas dudas con Jendrisek del Kaiserlautern y Sestak del Bochum, muy útil por su gran capacidad de proteger el balón para la llegada de los centrocampistas. Weiss podría jugar también con Vittel ligeramente atrasado para ayudar más el medio del campo.
NUEVA ZELANDA: El sueño imposible
Aparentemente el equipo más débil de este grupo y sin ninguna esperanza para pasar a octavo podría complicar las cosas a Paraguay y Eslovaquia que aspiran a la segunda posición en el grupo. Los de Ricki Herbert hacen de la potencia y la fuerza física su arma más peligrosa y lo demostraron en un amistoso del año pasado contra Italia, cuando cedieron 4-3 contra los campeones del mundo en el último minuto.
Un camino de clasificación que fue bastante fácil para los kiwi que lideraron el grupo de Oceanía antes de superar la eliminatoria contra Bahrein. A partir de ese momento y para prepararse al evento solo grandes amistosos contra Australia y Serbia que han resaltado las calidades físicas y los limites técnicos de la plantilla.
El equipo se ha caracterizado siempre por la presencia de jugadores que militan en ligas extranjeras, sobretodo Europa, Estados Unidos y Australia. El dato sorprendente es que en este mundial serán solo cuatro los jugadores europeos que además juegan todos en Inglaterra. La estrella es el delantero Rory Fallon que recibió el visto bueno de la federación en el último momento y que ya ha sido decisivo en la fase de clasificación con el gol contra Bahrein.
Herbert a lo largo de estos dos años ha cambiado un 4-4-2 por un 3-5-2 que parece dar más estabilidad a la defensa. Mark Paston debería proteger su portería y organizar una defensa de 3 formada por el capitán Nelsen (Blackburn) en el centro, Sigmund en la banda derecha y Vicelich por la izquierda.
En el centro del campo trivote con Elliot, McGlinchey y la duda Tim Brown que se fracturó un hombro en el amistoso contra Australia. En su lugar podría jugar la joven promesa Aaron Clapham, del Canterbury. En las bandas Leo Bertos debería ocupar la derecha con Lochhead por la izquierda, con la opción de Jeremy Brockie, delantero que en esa posición se lució en el amistoso contra Italia.
En la delantera el atacante del Middlesbrough Chris Killen debería dejar su sitio a Rory Fallon, que en su repertorio tiene de todo, regates y remates, sobretodo de cabeza. A su lado probablemente Smeltz, el mejor realizador que tiene el equipo. Pocas opciones por el gigante Wood, que a pesar de debutar con tan solo 17 años en la Premier, se ha demostrado demasiado lento y con poca calidad con el balón entre los pies.
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