En los últimos años pesa una verdadera maldición sobre el maillot de campeón del mundo de ciclismo en ruta, más conocido como maillot arcoiris. Esta maldición consiste en que el corredor que lleva dicha prenda, no consiga grandes victorias y le persiga el gafe durante todo el año. Pues bien, este año parece que la maldición no tiene efecto alguno sobre el actual portador del maillot: Cadel Evans.
Evans fue uno de los grandes derrotados en el pasado Tour de Francia. En la salida partía como uno de los grandes favoritos al triunfo final, dado que en 2007 y 2008 había sido segundo. Aunque a la hora de la verdad, durante la carrera no se encontró tan “fino” como en años anteriores y finalizó en un más que discreto 30º puesto. Sin embargo, el destino tenía reservada una sorpresa para el corredor australiano: en septiembre, después de su tercer puesto en
Esta temporada parece que el título de campeón del mundo ha liberado a Cadel de buena parte de la presión a la que estaba sometido; también de su fama de “chuparruedas”, de ciclista que no arriesga y nunca ataca. Su victoria en
La victoria adorna un poco más el palmarés de este ciclista, que comenzó en el mountain bike, para pasarse al ciclismo en carretera en 2001. Un palmarés que hasta la consecución del pasado mundial no reflejaba la calidad de Cadel Evans. Veremos si en los próximos meses se confirma la “metamorfosis” o si esto es sólo un espejismo. De momento deberá hacer frente a su edad (33 años) y a la “maldición del arcoiris”, aunque de esto último, de momento no hay noticias.
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