martes, 13 de abril de 2010

El espejo del Barça 2003/2004


La llegada de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid en junio de 2009, venía precedida de un clima de urgencia. Había que devolver al Real Madrid a lo más alto y contrarrestar él, por aquel entonces, “triplete” del Barcelona. Han pasado 10 meses desde entonces y el Madrid está eliminado tanto en Copa, como en Champions. En la Liga, marcha en segunda posición a tres puntos del mejor Barça de la historia. Suma 77 puntos y hasta el sábado pasado, era líder de la clasificación tras encadenar 12 victorias consecutivas. En muchos sitios se habla ya de fracaso y se pide la cabeza del técnico Manuel Pellegrini.


Retrocedamos 7 años en el tiempo, concretamente a la temporada 2003/2004. Nos centramos ahora en el Barcelona de aquel entonces. El equipo azulgrana comenzaba una nueva etapa con un nuevo presidente, Joan Laporta, y un nuevo entrenador, Frank Rijkaard (tras el “no” de Ronald Koeman). El equipo llevaba varios años a la deriva y necesitaba volver a ser un grande. La llegada de jugadores como Ronaldinho, Márquez o Luis García, reforzaban una plantilla en la que ya había gente como Puyol, Xavi, Luis Enrique, Kluivert, Overmars o Saviola. Además asomaban ya jóvenes procedentes del filial como Andrés Iniesta, Thiago Motta o Víctor Valdés.


La temporada comenzaba de un modo desastroso, el sistema del técnico holandés parecía no funcionar y pronto comenzó a ser cuestionado. Corría enero de 2004 y el Barça llegaba a Sevilla en la 9ª posición muy lejos del líder, el Real Madrid. El partido era un “match ball” para Rijkaard, su continuidad dependía de una victoria. El Barcelona se impuso por la mínima, gracias a un gol de Patrick Kluivert.


A partir de ese momento, coincidiendo con la llegada del centrocampista Edgar Davids en el mercado de invierno, el Barcelona encadenó una racha de 9 victorias consecutivas que le auparon hasta la 2ª posición. El equipo sólo perdió 2 encuentros en toda la segunda vuelta, quedándose a sólo 5 puntos del campeón, el Valencia. Muchos coincidieron en que al Barça le faltaron unas pocas jornadas más para dar caza al Valencia. A destacar, la brillante victoria en el Bernabéu por 1-2, en un partido que hundió definitivamente al Real Madrid. Además, la temporada nos dejaba el nacimiento de una estrella: Ronaldinho.


Aquel año el Barcelona, no ganó ningún título. En Copa fue eliminado por el Zaragoza en cuartos de final, mientras que en la UEFA (aquel año no estaba ni clasificado para la Champions), cayó ante el Celtic en octavos de final. A pesar de cerrar otro año en blanco, desde el club se hizo una lectura positiva de la temporada. El equipo había comenzado mal, pero terminó la temporada en clara línea ascendente. Se habían colocado los cimientos, donde después se asentaría la base de un gran equipo. Lo que ocurrió en los años siguientes, todos lo sabemos.


Con esto no quiero equiparar la situación del Real Madrid actual, con la del Barcelona de entonces. Considero además, que la plantilla del Madrid es superior a la de aquel Barça. Sólo pretendo demostrar que con paciencia y teniendo las ideas claras a la hora de iniciar un proyecto, se puede construir un equipo ganador. A pesar de que esto, suponga el hecho de asumir otra temporada sin títulos en el casillero.

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